"Lupe y Lola" 2012
“El asco me
guiña un ojo”.
No podemos
negar un lazo íntimo en la sexualidad entre lo grotesco y la belleza. Existe un
impulso innegable en la profanación de la frontera entre ambos. El horror, lo
bizarro pueden llevarnos a confrontar y disolver estos límites; forzando a
vernos al espejo y confrontar al monstruo interno.
La sombra
que incita y disfruta en transgredir, reventar y ensuciar el muro entre la
sensualidad sublime y lo primitivo escatológico. Sangre, semen, saliva y moscas
sobre un corsé de seda.
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